- En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven.
- Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos.
- Vale más hacer y arrepentirse, que no hacer y arrepentirse.
- En todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos surjan otros.
- La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad.
- El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.
- Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.
- No puede haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad.
- La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.
- Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.
lunes, 8 de noviembre de 2010
frases de maquiavelo
Sobre los principados mixtos
En esta parte de su obra, Maquiavelo trata sobre los principados mixtos, viene a ser aquel que no es enteramente nuevo y posee un miembro añadido a un principado antiguo ya poseído, éste se asemeja mucho a los principados nuevos, tiene casi las mismas dificultades para conservar el poder. Los principados mixtos consisten en que los hombres, aficionados a mudar de señor, con la loca y errada esperanza de mejorar su suerte, se arman contra el que los gobernaba y ponen en su puesto a otro, no tardando en convencerse, por la experiencia, de que su condición ha empeorado. Ello proviene de la necesidad natural, en que el nuevo príncipe se encuentra, de ofender a sus nuevos súbditos, ya con tropas, ya con una infinidad de otros procedimientos molestos, que el acto de su nueva adquisición llevaba consigo.
Se consideran varias estrategias para conservar este principado: la primera, eliminar el linaje del príncipe anterior y no alterar las leyes ni aumentar los impuestos.
Sobre ser amado o temido
Maquiavelo aconseja a los príncipes que deben ser amados y temidos simultáneamente. Pero como estas relaciones raramente existen al mismo tiempo, aclara que es preferible ser temido que amado. Fundamenta su pensamiento en que en el momento de una revolución, el pueblo puede que se olvide del amor, pero el temor siempre lo perseguirá. En consecuencia, si un soberano es temido hay menos posibilidades de que sea destronado. Además Maquiavelo aconseja que sobre todas las cosas uno siempre debe evitar ser odiado, ya que en esa situación nada impedirá que termine destronado. Para evitar ser odiado el príncipe nunca debe interferir con los bienes de sus súbditos ni con sus esposas, ya que argumenta que un subordinado olvida más rápido la muerte de su padre que la pérdida de sus riquezas..
Autoritarismo o liberalismo
Los pensamientos de Maquiavelo sobre este tema fueron asignados un capítulo entero en El príncipe. Él piensa que es mejor ser autoritario, ya que cuando uno es clemente o liberal le da libertad tanto a las personas como a los hechos. Estos hechos como masacres y matanzas afectan a toda la población. En cambio cuando uno es autoritario evita los hechos que afectan a todo la población, y en vez sólo ejecuta a unas personas, para mantener el orden y el autoritarismo. Además, estas ejecuciones sólo afectan a unos pocos individuos.
El arte de la guerra
Aquí, Maquiavelo nos dice que un príncipe siempre se debe preocupar por estas cuestiones y debe tener en cuenta que una postura neutral ante los problemas es en muchos casos una postura desventajosa y solamente retrasa los mismos. Además, también ha de tenerse cuidado en hacer alianzas con alguien más poderoso ya que se corre el riesgo de ponerse a su merced. Un aliado débil, en cambio, siempre estará a tu merced.
Consejeros y cambios
Aquí en la obra dice la importancia de evitar a los aduladores y oportunistas que solamente están cerca cuando estás bien, en pocas palabras, elegir muy bien a tus consejeros y sólo escucharlos sobre aquellos asuntos que son de interés, tomando en cuenta una cosa que las personas tienen resistencia al cambio, de ahí que debas hacer los cambios cautelosamente para no perder tu autoridad.
Historia de la obra
La primera mención de esta obra se hace en una carta fechada el 10 de diciembre de 1513 direccionada al amigo Francesco Vettori, en respuesta a una carta de este último que contaba su vida en Roma y que pedía noticias sobre la vida que llevaba Maquiavelo en San Casciano. Este último respondió contándole los aspectos toscos de la vida en el campo y hablando también de sus estudios, declara de haber compuesto un opúsculo intitulado "De principatibus".
Es una pequeña obra que no se puede incluir en un género particular en cuanto no tiene las características de un verdadero tratado. Se ha considerado como un libro de carácter divulgativo.
La obra entera fue compuesta en la segunda mitad de 1513, salvo la Dedicatoria y el último capítulo, los cuales fueron compuestos pocos años después. La primera edición e impresión data de 1532. El Príncipe se compone de una dedicatoria y veintiséis capítulos de diversa longitud; el último capítulo consiste en una exhortación a los Medici para aceptar las tesis expresadas en el texto y liberar a Italia de los “bárbaros”.
El libro trata de ilustrar la forma de adquirir, mantener y fortalecer un principado, esto es, el gobierno de una ciudad o región, y distingue entre diferentes estrategias según una serie de criterios, entre ellos:
- la forma en que se haya conseguido su dominio (conquista militar, elección popular, intrigas cortesanas...),
- la forma anterior de gobierno (otro príncipe con o sin corte, una república...)
- la relación entre el principado y el príncipe (de la misma o de diferente cultura y lengua, o si el príncipe tiene solamente un principado o varios)
- el ejército del que dispone (propio o de mercenarios)
Los argumentos no se basan en ningún supuesto moral más allá de una forma cruda de utilitarismo egoísta: el único fin es mantener el principado. Los consejos a los príncipes se basan en la experiencia de reinos e imperios anteriores, especialmente el Imperio romano y diferentes guerras entre "principados" de Francia eItalia. El autor se apoya tanto en ejemplos negativos como positivos para demostrar la validez de sus consejos.
Existe una edición comentada por Napoleón Bonaparte con anotaciones que hizo a lo largo de su vida, el manuscrito fue encontrado en su carroza el 18 de junio de 1815 después de la batalla de Mont-saint-Jean (antes de la batalla de Waterloo, cuando fue derrotado por los prusianos. Se duda que sea una escrito real ya que se realizó a base de una "copia" que se perdió en aquel tiempo.
El Príncipe
El Príncipe (en el original en italiano: Il Principe) es un tratado de doctrina política compuesto por Nicolás Maquiaveloen 1513 mientras se encontraba en San Casciano confinado por la acusación de haber conspirado en contra de losMédici. Maquiavelo dedicó la obra a Lorenzo II de Médici, hijo de Pedro II de Medici, con la esperanza de reconquistar el encargo de Secretario de la República, y fue publicada póstumamente en 1532. Se trata sin duda de su obra con más renombre, aquella por la cual ha nacido el sustantivo "maquiavelismo" y el adjetivo "maquiavélico".
A pesar del uso despectivo que se le da al término "maquiavélico" no es otra cosa sino una obra con un gran conocimiento de la psicología humana, un gran sentido común y sobre todo muy pragmático, inclusive muchos hombres de negocios y políticos han extrapolado algunas ideas de él.
Nicolás Maquiavelo
Nicolás Maquiavelo (en italiano Niccolò di Bernardo dei Machiavelli) (Florencia, 3 de mayo de 1469 - Florencia, 21 de junio de 1527) fue undiplomático, funcionario público, filósofo político y escritor italiano.
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