Recepción del maquiavelismo

Las doctrinas de Maquiavelo fueron universalmente reprobadas por todo tipo de monarquías y se escribieron numerosos tratados para rebatirla. Pero fueron leídas y practicadas de forma unánime, siguiendo el principio hipócrita que propugnaba el mismo Maquiavelo, quien para componer su libro se fundó solamente en lo que había visto en vez de precocinar vanas especulaciones moralizantes. La crueldad inteligente, para Maquiavelo, puede ser un atributo del buen gobierno cuando el monarca necesita asentar su autoridad, a fin de evitar el mal mayor del desgobierno. Goethe lo expresó con una famosa máxima: "Prefiero la injusticia al desorden".